En el oeste del Gran Buenos Aires hubo fútbol, allí, como local, Ituzaingó venció por la mínima diferencia a Sportivo Barracas y le cortó una serie de cuatro partidos sin derrotas. El partido fue mal jugado y con poco, el conjunto verde se quedó con la victoria.
Tarde agradable para ver fútbol, siempre y cuando al menos uno de los dos equipos demuestre al menos querer hacerlo, por algún motivo cada uno está en el lugar que le corresponde en las posiciones, los dos muy abajo de la mitad de tabla abrieron un partido para mejor olvidar. Ituzaingó fue el que quizo un poco más en la primera mitad, con algo de proseción de balón pudo coquetear con la victoria en la etapa, sin dudas el terreno de juego no dejaba mucha opción para tener la pelota más tiempo en el aire que por el amarillento césped, el León desbordaba las veces que se puede contar con una mano pero con centros que practicamente cruzaban el área, Sportivo parado a la defensiva buscaba de vez en cuando llegar de contraataque, la más clara del período fue un tiro libre de Matías Zamponi que exigió al uno de Sportivo que salvó su valla parando el tiro con bastante dificultad, la visita tuvo una no muy clara pero Nicolás Alonso intentó cabecear en el área grande un centro pero la pelota cayó mansamente en las manos de Luis Ferreiro, eso fue el primer tiempo, todo un bostezo.
En el complemento empezó la acción, pero no la de jugar, sino la de friccionar, empujar y tratar de hacerlo posible para que no se den dos pases seguidos, a pura falta Saportivo fue cayendo en sus redes, dejó demasiado espacio para que Dellera pueda conducir a su equipo acompañado por un Leonardo Bonomo con muy pocas ideas, algunas corridas de Vidal levantaban el ánimo en el reducto pero solo era intención. En una salida rápida de contra de el local por el sector derecho, Vicario con la pelota dominada fue saliendo del a´rea para esperar a un compañero pero al ser atorado jugó para atrás quedando Agustín Dellera con un dominio pleno de la pelota y espacio para encarar, avanzó unos metros y metió un zapatazo con rosca que se coló apenas abajo ángulo del palo más lejano del uno del Sportivo, un verdadero golazo de otro partido con una jugada elaborada que fue el mérito para llevarse el partido. Con eso sólo y alguna que otra corrida, Ituzaingó fue un poco más que su rival, lo suficiente para quedarse con los tres puntos y dejar a Barracas con angustia y la necesidad de ganar todos sus puntos en juego para poder salir del fondo de los promedios.
Fuente: Mundo Ascenso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario